UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

martes, 22 de noviembre de 2011

CONFIESO.....

Debo Confesar que en mi mente planeo conversaciones que nunca se van a llevar a cabo.

Que odio cuando me dicen "te extraño" y no hacen nada para verme.

 Que a mi también se me paró el corazón con el "¿Te puedo hacer una pregunta?".

 Que yo también le debo mucho a mis padres por darme la oportunidad de vivir.

Que yo también tuve un nudo en la garganta cuando me entere de algo, y tuve que fingir que todo estaba bien..

Que cuando no entiendo lo que alguien me esta diciendo, sonrío hasta que se calle.

Que yo también tuve un ATAQUE DE SINCERIDAD y luego dije: Para qué lo dije?

Que me encanta cuando una canción me hace recordar como si estuviera viviendo ese momento inolvidable nuevamente.

Que prefiero estar loca y ser feliz antes que ser normal y amargada.

 Que NO ME GUSTA oír las mentiras, cuando SE TODA LA VERDAD.

Que YO también tengo una amiga que es como mi hermana que cuando nos juntamos somos un peligro para la sociedad.

Que con MUSICA: he bailado, he llorado, he reído, he recordado, he besado y he amado... En fin... La VIDA es una sola y vale la pena vivirla, después de todo no saldrás vivo de ella..

sábado, 19 de noviembre de 2011

EL ATARDECER

Es la tranquilidad del paisaje la misma que envuelve mi alma. Ahora  estoy en calma, no sé muy bien porqué, pero una cierta lasitud me envuelve. La tarde ha sido ajetreada y solo al final me he dado cuenta de la tensión que acumulo. Demasiados pensamientos, demasiadas obligaciones, demasidos "tu y vosotros", demasiado poco "yo". Demasiados "demasiados". Todo en pequeñas cantidades se asimila mucho mejor, y esta tarde era todo en grandes cantidades.
A media tarde hemos recibido una llamada de auxilio, por una pelea callejera entre un chulo y dos mujeres que tuvieron la mala suerte de confiar en quien no debían. Dos almas heridas y humilladas. Dos almas donde la vida que anida en ellas se asemeja mucho a la muerte.
Mientras mis compañeros detienen al proxeneta y atienden a las dos mujeres, cuyos rostros han quedado marcados por los golpes recibidos, yo me quedo mirando hacia los balcones de las viviendas y todavía veo a los vecinos asomados, que han salido a sus ventanas para atisbar que pasa en todo ese jaleo. Mujeres la mayoría, dada la hora que es, envueltas en sus batas y sus zapatillas de "andar por casa". Me doy cuenta de que, a poco que prestemos atención, todas las cosas nos pueden contar retazos y jirones de las vidas anónimas que en esa zona se encuentran.
Hay ventanas y balcones, primorosamente adornados con cuidadas macetas, que dejan entrever a través de los cristales unas pulcras cortinas que protegen la intimidad de sus moradores. Otras nos dicen que ahí no habita más que la sordidez de los encuentros esporádicos, de las ilusiones perdidas, de los sueños rotos. Que tras esas ventanas donde no se atisba un átomo de vida, habitan sentimientos negativos copulando con lágrimas de desesperación. Cuantas historias pueden contarnos las, ventanas, las puertas, las piedras de las casas.
Después nos hemos ido, dejando el "problema" resuelto, mejor dicho nos hemos llevado el problema a otra parte. Por eso ahora necesito calma, rebajar el stres, dejar cada cosa y a cada persona en su sitio.
Mis pasos me han traído hasta el embarcadero, el sonido del agua chocando contra los postes de madera, la calma que refleja, la luz de las últimas horas del día, todo junto han conseguido dejar mi alma en el estado en que se encuentra. El atardecer tiene ese poder de decirnos que todo tiene fin, que el día de hoy también termina. Que mañana habrá un amanecer, para que pueda haber otro atardecer.
Me encuentro bien, conmigo misma, en este momento del día , pero poco a poco la noche va haciéndose dueña del instante y tendré que esperar a mañana para disfrutar de otro atardecer.

viernes, 18 de noviembre de 2011

UN CAMINO PARA EL ALMA

El cielo esta claro, ni una nube empaña el azul nítido del techo que cobija el paisaje montañoso y los campos que contrastan con su tono verde brillante, gracias a una primavera lluviosa en sus comienzos.
Enciendo un cigarrillo y con mis pensamientos como única compañía, dejo que mis pasos me lleven, no deseo ir a ningún sitio en concreto y tomo la calle más soleada, no hay sombra ni la busco, el sol de mediados de primavera es agradable y camino, mirando lo que hay a mi alrededor, las casas semiderruidas, que en otra época fueron testigos de la vida, la alegría y penurias de las gente que las habitaba, ahora solo las paredes maestras siguen en pie, las ventanas son como ojos hueros que dejan ver las piedras y maderos caídos, la nada.
Me dirijo por el camino que va al cementerio permitiendo que los suaves rayos del sol calienten mi piel y de paso sosieguen mi alma, que dicho sea de paso, últimamente está un poco revuelta. Miro el paisaje, despacio, como si nunca lo hubiese visto, lo veo con ojos diferentes, con la mente en blanco, he conseguido que ningún recuerdo, ningún pensamiento me asalte, solo los campos y las suaves elevaciones montañosas llenan mi cabeza, la soledad mi única compañía. Sin darme cuenta llego hasta la verja que da entrada al camposanto, están arreglando un acceso nuevo, pero como casi todo está sin terminar, algunos árboles se han secado, espero que los cambien, es agradable el color de las plantas a la entrada de la ciudad de la paz, de las despedidas totales, de la mayor realidad del ser humano.
Descorro el cerrojo, que se desliza suavemente, entro y me quedo parada ante la visión de las tumbas, arregladas y cuidadas, es pequeño, la vista lo abarca todo en el primer momento, no me es un terreno desconocido. Es la primera vez que voy sola, nunca me ha gustado la soledad en estos sitios, pero me doy cuenta de que ahora la estaba buscando y una agradable sensación de paz me envuelve. Miro detenidamente cada una de las tumbas, no hay muchas y solo unas cuantas tienen lápidas indicando quienes son sus últimos moradores, porque todas ellas tienen varios cuerpos, en algunas ya nadie recuerda quienes fueron los primeros en utilizarlas, a los muertos se le enterraba en una o en otra, dependiendo de los años en que el anterior “usuario” fue enterrado o de la casa en la que nacieron o murieron. Aquí están mis antepasados, sus vidas dieron camino a la mía. Me dirijo a una sepultura cubierta de granito blanco con una gran cruz en la cabecera, esta profusamente adornada de flores que separo ligeramente para ver la inscripción de la placa ,que queda oculta en su totalidad, nombres, fechas, recuerdos, sobre todo recuerdos, parte de mi vida también esta ahí enterrada. Acaricio la placa y las lágrimas amenazan salir de mis ojos sin ser llamadas, mejor  será que me levante, dejo las flores tal y como estaban y me giro a mirar la lápida que hay al lado, hago la misma operación y leo nuevamente los nombres inscritos, mas tranquila vuelvo a la primera sepultura, y me siento, acaricio la piedra, esta caliente por el sol, la sensación de paz es tremenda, como la necesitaba……paz y soledad. No soy muy religiosa, pero en ese momento necesito recitar una oración, es una extraña manera de hablar con los muertos, debe ser el lastre de mi educación o que en este momento es lo que mi corazón demanda, es lo mismo, la recito despacio, con calma, pensando lo que digo.
Doy una ultima mirada a mi alrededor, veo un pequeño ramito de flores de plástico que el aire ha tirado del búcaro colocado delante de la lapida, lo coloco con delicadeza en su sitio y me marcho, vuelvo a cerrar la verja y abandono el camposanto con la misma sensación de paz.
Miro el reloj, el tiempo pasa volando, mejor vuelvo a casa antes de que se extrañen de mi tardanza, no me siento con ganas de dar muchas explicaciones. Tomo el mismo camino de vuelta, no hay otro, a la entrada de la población  prefiero la calle soleada, la paralela da la sombra y yo sigo necesitando los suaves rayos de sol.
Al llegar al final de la calle, vuelvo la vista para atrás, siempre me encontré en paz aquí,
el paisaje me envuelve, las piedras caídas dan paso a espacios abiertos, todo cambia, se renueva, así es la vida. Presiento que mi vida también necesita un cambio, quitar las piedras derruidas de los sentimientos muertos.
La tarde es agradable o tal vez sea el que yo he encontrado lo que tanto había buscado, ahora espero no equivocarme nuevamente, ya no me queda mucho tiempo y debo aprovecharlo para vivir lo que deseo. Tal vez sea este el punto de partida, el momento de actuar.
Siento un escalofrío recorrer mi cuerpo. Voy a tener que enfrentarme a muchos fantasmas para ello,  son un lastre difícil de arrastrar, pero debo hacerlo para dejar los espacios abiertos a nuevas ilusiones.


EPILOGO.

 Dña. Graciela Castañares falleció victima de accidente el 11 de Mayo de 2001, sus apenados ruegan una oración por su alma.
Sus restos mortales serán trasladados desde la ciudad de Lyón hasta el lugar del sepelio, que se realizará en la más estricta intimidad.

El coche fúnebre recorrió, despacio, el camino que llevaba a la ciudad de la paz, a la ciudad de las despedidas totales, llevando el cuerpo inerte de Graciela Castañares. Solo un pequeño árbol y una breve inscripción para recordarla. Su alma había llegado al final del camino. Realmente había llegado mucho antes de lo que ella podía haber imaginado, fue esa tarde agradable de principios de primavera.  D.E.P.  Graciela.


ESTOY CANSADA

No puedo decir que estoy desencantada de la vida, pero sí que empiezo a estar un poco cansada de la lucha diaria contra los elementos, contra los pesimismos, contra lo negativo, contra todos aquellos que en radio, televisión, en el café de la esquina, en la calle, en la panadería..etc... dicen y aseguran que todo está muy mal, que la crisis es la peor que hemos sufrido, que esta situación está abocada a una gran catástrofe, pero curiosamente hablan y hablan, y no hacen nada. Eso es lo más fácil, lo más sencillo y realmente eso a mí me saca de mis casillas, no puedo más que mirarlos de arriba a bajo y de abajo a arriba con un cierto desprecio en la mirada.
Tengo la sensación de estar siempre manejada por unos hilos invisibles que me llevan por donde más les apetece sin que yo oponga resistencia, con mi total beneplácito. Pues NO, no es verdad, no estoy de acuerdo, no quiero formar parte de la masa borreguil y sin embargo que esta sociedad no me permite salir de ella. Lo dicho: ESTOY CANSADA.

domingo, 6 de noviembre de 2011

MIRANDO LA NOCHE

Mirando la noche
me fundo en ella
y mi alma camina
tranquila, sosegada, eterna.
Mirando la noche
comprendo el adiós frío
cortante y asesino
de mis tristes ilusiones.
Mirando la noche
veo estrellas que se apagan
y que sin embargo todavía brillan
porque la muerte vendrá tras la agonía.
Mirando la noche
ha llegado la aurora
y con ella la luz
que ilumina las sombras....

jueves, 3 de noviembre de 2011

VEINTE REGLAS DE VIDA

El Instituto Francés de Ansiedad y Estrés, en Paris, tiene veinte reglas de vida. Sus expertos dicen que si consigue asimilar al menos diez de ellas, con seguridad aprenderá a vivir con calidad interna:

1) Haga una pausa de 10 minutos por cada 2 horas de trabajo, a lo máximo. Repita estas pausas en su vida diaria y piense en usted, analizando sus actitudes.
2) APRENDA a DECIR NO, sin sentirse cul...pable, o creer que lastima a alguien. Querer agradar a todos es un desgaste enorme.
3) PLANEE su día, pero deje siempre un buen espacio para cualquier imprevisto, consciente de que no todo depende de usted.
4) CONCENTRESE en apenas una tarea a la vez. Por mas ágil que sean sus cuadros mentales, usted se cansa.
5) OLVIDESE de una vez por todas que usted es indispensable en el trabajo, casa, o grupo habitual. Por mas que eso le desagrade, todo camina sin su actuación, a no ser usted mismo.
6) DEJE de sentirse responsable por el placer de los otros. Usted no es la fuente de los deseos, ni el eterno maestro de ceremonia .
7) PIDA AYUDA siempre que sea necesario, teniendo el buen sentido de pedírsela a las personas correctas.
8) SEPARE problemas reales de los imaginarios y elimínelos, porque son pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para cosas más importantes.
9) INTENTE descubrir el placer de cosas cotidianas, como
dormir, comer y pasear, sin creer que es lo máximo que puede conseguir en la vida.
10) EVITE envolverse en ansiedades y tensiones ajenas, en lo que se refiere a ansiedad y tensión. Espere un poco y después retorne al diálogo y a la acción.
11) SU FAMILIA NO es usted, esta junto a usted, compone su mundo pero no es su propia identidad.
12) COMPRENDA que principios y convicciones inflexibles pueden ser un gran peso que evite el movimiento y la búsqueda.
13) ES NECESARIO tener siempre alguien a quien le pueda confiar y hablar abiertamente.
14) CONOZCA la hora acertada de salir de una cena, levantarse del palco y dejar una reunión. Nunca pierda el sentido de la importancia sutil de salir a la hora correcta.
15) NO QUIERA saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esa basura mental. Escuche lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo.
16) COMPETIR en momentos de diversión, trabajo y vida entre pareja, es ideal para quien quiere quedar cansado o perder la mejor parte.
17) La RIGIDEZ es buena en las piedras no en los seres humanos.
18) Una hora de INMENSO PLACER sustituye, con tranquilidad, tres horas de sueño perdido. El placer recompensa mas que el sueño. Por eso, no pierda una buena oportunidad de divertirse.
19) TENGA PRESENTE SIEMPRE sus tres grandes e invaluables amigas: Intuición, Inocencia y Fe.
20) ENTIENDA de una vez por todas, definitivamente y en conclusión que Usted ES LO QUE USTED HAGA de USTED MISMO

TODOS LOS SANTOS

Es noche de luna en forma de cuna, le ayudan a mecerse unas nubes, suaves y transparentes, que dejan entrever su luz y mientras tanto yo miro la oscuridad a través de los cristales del coche, que suavemente se desliza por la carretera, y aún puedo ver las formas de las montañas, los árboles a cada lado del camino, las luces de unos pueblos pequeños e invisibles, cada vez con menos gente, cada vez con más recuerdos, llenos de historia y de historias, personales e intimas. Solo el silencio es mi compañero, mientras pienso en las gentes que los habitan, cargados de años y despojados de ilusiones.
He pasado el día en uno de esos pueblos, como cada año, para la fiesta de Todos los Santos, es un rito del que no quiero desprenderme. Es volver a los recuerdos, a reconocer que soy quien soy por los que ahí me precedieron y que sus historias tienen algo que ver en la mía propia. Otros años, el pequeño cementerio se llenaba de gente que adornaba la tumba de sus familiares y hablaba con los vecinos del lugar y con los que un día marcharon en busca de cierta prosperidad y que vuelven a reencontrarse con las frías tumbas de sus muertos, intentándoles trasmitir algo de su calor y de su vida, aunque no sirva para nada. Este año, hasta el cementerio estaba solo. Las flores colocadas sobre algunas tumbas me indican que antes que yo, alguien ha querido dejar su recuerdo, y tal vez alguna lágrima y quien sabe si también alguna oración.
Miro detenidamente las tumbas de los mios, de aquellos por los que yo estoy, tal día como hoy, aquí. Y no puedo evitar mirar las inscripciones, leyendo unos nombres y unas fechas que conozco de memoria. De repente se agolpan en mi memoria, escenas vividas en todas las etapas de mi caminar hasta hoy. No puedo evitar volver a sentir, lo que en ese momento sentí. Con calma retiro las flores secas y deterioradas que coloqué el año pasado, para poder dejar mi recuerdo fresco y una lágrima que se me ha escapado sin poder evitarlo. Estar tan cerca de la muerte, me hace ser realmente sincera conmigo misma y me revelo  y vuelvo a decir a quien me acompaña, que cuando llegue mi hora, no me metan en un agujero, para que me lleven cada uno de noviembre, unas flores y un olvido. Mejor, dejen mis cenizas envolviendo las raíces de un árbol, que yo sea alimento para su desarrollo. No más flores, no más recuerdo de un día. Quiero seguir viviendo.
Uno de noviembre, como todos los años, día de Todos los Santos, día de flores para los muertos.