UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

jueves, 7 de julio de 2016

EL CORAZÓN DE MAMA (para África)

Miras con desconfianza a ese nuevo ser que tus padres han traído a casa. Sabes que mamá lo llevo nueve meses en su barriga. Viste cómo iba creciendo y llegó un momento en que si ponías tus manos o tu carita encima de la barrigota de mamá, sentías mover, cómo si fuera una culebrilla, a ese ser que iba a nacer y que todos te decían que era tu hermanito, al que tenías que querer mucho y que tú, como hermana mayor, deberías de ayudar y cuidar en todo momento.

El tiempo ha pasado y ya desde que llegó a casa, notas cómo una punzada en el estómago cada vez que alguien le mira, le habla o le ríe la gracia de turno. -Mira qué gracioso. - Qué bebe más rico. -Qué mayor se está haciendo!!!. Y tú, que estás ahí delante, que siempre las alabanzas habían sido para ti, parece que pasas desapercibida. Aunque no es verdad. Irás aprendiendo que a los adultos, las novedades les llaman mucho la atención y ahora tú hermano es eso: una novedad. Pero te aseguro sin fallar ni un milimetro que para tus padres y sobre todo para tu madre, tú, sigues siendo lo más especial e importante de su vida.
Para que lo vayas entendiendo te voy a contar algo que te lo demostrará:

         El corazón de una mamá es especialmente raro. Tiene la capacidad de crecer ahí dónde es necesario para que nadie se quede sin su trocito de corazón particular.
Cuándo una mamá nace, todavía, su corazón es cómo el de todos. El amor a su papá y a su mamá es todo lo que hay en él. Pero poco a poco, cómo todos, va creciendo y van apareciendo personas en su vida a las que hay que hacerles un huequito, y ahí empieza la magia.
Una parte de su corazón seguirá siendo siempre de sus padres, ese será inamovible, siempre igual. Después aparecerán los amigos, que unos llegarán, otros se irán, otros se quedarán  y ese trocito de corazón irá creciendo o menguando dependiendo de los amigos. Después los hermanos, también tendrán su sitio e  irá creciendo dependiendo de los hermanos. Otro trocito que también será inamovible es el que pertenecerá a papá, sí, a tu papá. Ese espacio sólo será para él.

Hasta ahora lo vas entendiendo, no?,  pues bien, ahora llega el más interesante. Naces tú y tienes un sitio sólo para ti en ese gran corazón de mamá. Es un sitio especial, tiene el aroma de tu piel y tu música particular. Nadie puede ocupar ese sitio más que tú. Pero...¿que pasa cuando nace tu hermanito? Ahí está la magia de ese corazón tan especial. Al lado de tu sitio, se va ensanchando, cómo si de un globo muy fuerte fuera, para poner el sitio especial y único de él, de tu hermano. Ese sitio nadie lo va a poder utilizar tampoco, porque cómo el tuyo, tendrá el olor de su piel y su música especial. Y así irá sucediendo con cada hermanito que puedas tener. Según nazcan, irán ensanchando ese gran corazón para que cada uno tenga un sitio especial y único. Mamá tiene sitio en su corazón para todos, por igual. No deja de amar a nadie y lo demuestra continuamente.

El corazón de mamá, ya ves, es mágico. Tiene espacio para cada uno de sus hijos. Late confiado y tranquilo cuándo los ve felices. Deprisa y enérgico cuando algo los pone en peligro. Sufre y llora cuando los ve abatidos y siempre, siempre, es el refugio perfecto de cada uno.

¿Ves?. Nunca, nunca dudes de que mamá quiere de una manera especial y única a cada uno de sus hijos.
¡¡¡¡Sois tan especiales!!!!!