UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

martes, 27 de octubre de 2015

VOLVERE

Lo sabía. Algo me decía que ese nudo en el estómago, esa sensación de pérdida, tenía que ver con el tiempo que llevo sin volcar todo lo que tengo en mi interior. Hacía muchos meses que no dejaba mi rastro de pensamientos y letras, sentimientos y palabras en este mi rincón personal e intransferible.
Lo tenía abandonado, lo reconozco. Me he dejado llevar por otros momentos, otras actividades. Otros lugares han llamado mi atención y han llenado mi tiempo, haciendo abandonar este mi mundo íntimo, como he abandonado otras cosas en el transcurso de este tiempo.
Es momento de cambio. De un cambio demasiado lento, demasiado estático, pero cambio al fin y al cabo.
La vida no deja indiferente a nadie, y en ocasiones, para no ser tan conscientes de que pasa, de que el cielo de hoy no es igual al de ayer, ni será igual al de mañana, me encierro en lo cotidiano, en lo automático, para no pensar, para no sentir que lo que toca vivir ahora no me gusta.
Dicen que no es bueno fijarse en lo que no se tiene, porque es mucho más lo que tenemos. Posiblemente sea así, pero eso no quiere decir que no pueda sentir la falta de lo que no tengo.
Tengo demasiado estrés, demasiados frentes abiertos, demasiadas risas guardadas, demasiados abrazos en el cajón de "en otra ocasión". Por el contrario siento que me falta ese alguien con quién compartir el camino, con quién tomar una copa de vino, al final del día, contado todo aquello que nos ha pasado. Siento la falta de la libertad y la tranquilidad de caminar sin dar explicaciones innecesarias, a aquellos que les importa muy poco lo que siento, pero sí importa lo que hago por "el qué dirán". Demasiada vida puesta patas arriba.
Tal vez, volver a mi rincón de letras y palabras, me ayude a poner orden en mi vida y calma en mi espíritu.
Volveré. lo prometo.