UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

lunes, 11 de febrero de 2013

LA VIDA ES UN CARNAVAL

A los humanos nos gusta eso de por unas horas tomar la personalidad de otros, quién sabe si lo hacemos porque la nuestra no termina de convencernos, el caso es que este fin de semana he podido comprobar cómo los disfraces tomaban las calles y la gente se sentía mucho más desinhibida debajo de esa máscara que nos oculta el rostro, o ese disfraz que nos permite comportarnos con la libertad que desearíamos en todo momento y que esos frenos que hemos adquirido durante toda nuestra vida no permiten.
Es curioso cómo los adultos nos volvemos niños por unas horas y somos capaces de reirnos de nosotros mismos, donde a nadie le importa que le miren, que se rían de uno o sencillamente gozar de ese comportamiento espontáneo y libre que nos permite el " no ser " nosotros mismos, o sí. Nunca se está del todo seguro.
Fin de semana carnavalesco. Pelucas, vestimentas fuera de lugar, pero siempre apropiadas, donde lo fino y delicado se mezcla con lo grotesco en un baile de colores, risas y música. Los hay tradicionales, donde los personajes tienen esa representación entre mística, onírica y fálica, donde el renacimiento primaveral y la fertilidad están respresentadas en seres mitad hombre, mitad animal, todos ellos mezclados con otros de imaginación variopinta y que  lo hacen divertido e inovidable.
Estos días me han hecho pensar si realmente el carnaval dura sólo unos días al año o si, realmente, carnaval es todo el año y en estos días volvemos a ser nosotros mismos. Quién sabe.
Las máscaras ocultan no solamente el rostro. Los personajes son libres y trás terminar el festival vuelven otra vez a la carcel de lo cotidiano y de las normas que nos encarcelan . Por un momento somos eso que no nos atrevemos a ser, esa princesa en busca de su principe, esa pareja medieval en el mundo de las tecnologías más avanzadas, ese león, rey de la selva, que esconde la timidez y el miedo. Esa manada de abejas simpáticas que por un momento sueñan la ilusión de tener alas para volar y librarse de las cadenas que las oprimen. Cada uno intenta expresar lo que en su interior desearía ser y no es, porque no se atreve o sencillamente no quiere cambiar, por miedo o comodidad.
Hay en los personajes del carnaval toda una declaración de intenciones y es que, aunque no lo queramos, la vida es un carnaval.




No hay comentarios:

Publicar un comentario