UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

viernes, 8 de noviembre de 2013

PREMIO. VIDA. MOVIMIENTO.

Pintora. Vi los colores, las formas, los lienzos y los pinceles me llamaron insistentemente. Entonces lo decidí. Quise ser, pintora. Poder llenar las telas, las maderas de colores inverosímiles, de pincelas, perdidas unas, controladas otras. Volcar imágenes y sueños. Copiar trazos de otros trazos. Darles mi vida. Convertirlos en propios. Y manché, cientos de lienzos, pinté docenas de sueños. Construí quimeras y parecía que había encontrado el camino.Me vi a mi misma como artista reconocida. Exposiciones, premios. Vida. Movimiento. Hasta que un día, encontré la palabra, los sentimientos. Quise desahogar mi perdido corazón y me di de bruces con las palabras que brotaban a borbotones, tanto que casi las perdía. No tenía tiempo material de ponerlas en papel que ya otras escapaban de mi mente.
Escritora. Entonces decidí que mi camino no era la pintura, y decidí comenzar el camino de las letras, de las palabras, de las ideas. Quise ser escritora. Contar al mundo todo lo que mi mente, mi corazón, mi alma albergaban y empece a emborronar hojas y hojas. Escribí poemas desgarradores, soledades tristes. Canté nanas a mis retoños. Describí momentos y pensamientos. De nuevo había encontrado mi verdadero camino. O, eso creía yo. Y de nuevo me vi ganadora de premios. Publicaciones en las librerías. Reconocimiento a mi trabajo. Vida. Movimiento.
No sé como, pero me encontré con el aprendizaje de poder ayudar a los demás en sus dolores. Aprendí a escuchar al cuerpo y a la mente. Y nuevamente creí haber encontrado mi camino. Ahora pintaba, escribia y ayudaba, escuchando, a los demás. Otra vez me vi haciendo día a día aquello que me llenaba. Otra vez me vi triunfando en esta nueva idea. En esta nueva etapa. Otra vez, premio. Vida. Movimiento.
Tantos caminos había encontrado y sentido como certeros que sin saberlo bien me perdí a mí misma y a los que me rodeaban. Perdí tiempo, porque no podía disfrutarlo. Ni sabía. Perdí momentos de la vida de los míos, por estar inmersa en otros mundos que no puedo certificar, fueran los mío.
Ahora ando perdida, buscándome. Me llaman los pinceles, los lápices, las teclas. Pero yo estoy sorda, sorda de conveniencia, porque lo que de verdad quiero y necesito es encontrarme a mí misma. Es tener tiempo para decidir qué, de verdad, me llena. Qué busco. Cuál es mi camino. Estoy justo en el medio de la encrucijada y no tengo nada claro que camino tomar.
Quiero ser pintora, escritora, "sicóloga" del cuerpo y de la mente. Pero lo que de verdad necesito es ser YO. Reconocerme en cada amanecer. Disfrutar del atardecer. Amar y aceptar la soledad y saberla disfrutar.
Estoy segura que, aunque no me veo, llegarán a mi, los premios, en forma de abrazos, besos, caricias. La vida, en forma de risas, de lágrimas de recuerdos, de sensaciones. El movimiento, en forma de arco iris de siete colores que enlazarán la pintura, la escritura y todo lo que en el fondo soy.
Paciencia.
(P.I.)

1 comentario:

  1. Se ve la imagen retratada en las palabras que la describen.
    Mary

    ResponderEliminar