UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA

UNA FORMA DE MIRAR LA VIDA
mirando a la vida

domingo, 27 de octubre de 2013

UNOS OJOS


Miré la foto una y otra vez. Intente ver en el fondo de esos ojos que me miraban los pensamientos que escondían.
No tendría más de ocho o diez años. Ojos negros, grandes, rasgados, enmarcados por unas pestañas tupidas y largas. Gritaban una tristeza y un desamparo ilógico en la edad de esa criatura. La inocencia gritaba el adiós obligado por unas circunstancias a las que no eran ajenas ciertos individuos de traje y buenas palabras.
En esa carita solo los ojos gritaban, los labios, tibios, donde debía estar una sonrisa eterna y feliz estaban sellados, silenciosos.
Yo no podía dejar de mirar la imagen, lo que en ella se representaba. Tal vez el fotógrafo no quiso retratar a una niña desarropada, sucia y hambrienta, de ojos tristes que gritaban al mundo la desidia de esa opulencia que era el verdadero motivo de la instantánea y sin embargo, en un claro segundo plano salía ella, rompiendo la magia y la belleza efímera de oropeles falsos, tan falsos como la caridad de quien se publicitaba con todas esa parafernalia, para mostrar al mundo la basura de un alma corrompida por el poder y el dinero.
Pienso que la inmensa mayoría vimos antes esa carita que nos hizo retorcernos en nuestra comodidad cotidiana y que nos dejó presos de unos ojos difíciles de olvidar.
(P.I.)

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